Valores infantiles

Hoy están echando por la tele, concretamente en el canal CUATRO español, pelis y más pelis de Disney o de Pixar. Clásicos de todos los tiempos... y segundas partes que jamás debieron ser rodadas. O desarrolladas. O siquiera imaginadas.
¿Quién no ha crecido con las películas de Disney? Han sido una parte de nuestra infancia, fueron una parte de la infancia de nuestros padres y serán (o están siendo) una parte de la infancia de nuestros hijos. Multitud de valores que se nos enseña de pequeños entran por nuestros ojos a través de las aventuras de personajes animados de la "Factoría de los Sueños".

Bueno, he aquí una de mis desquiciantes elucubraciones. No voy a hablar sobre algunos de los mejores malos de todos los tiempos o canciones desconcertantemente geniales. No, voy a hablar de los "valores Disney". De uno de ellos en concreto. Llamémosle "El efecto Diamante-En-Bruto", o también "no importa qué aspecto tengas, lo importante es tu interior".

 Un diamante en bruto

Es el clásico de Disney, ¿verdad?. El rufián de las calles que en realidad es más honesto y puro que los nobles. La bestia horrible que en realidad es un príncipe maldito y que enamorará a la chica a pesar de su aspecto. El salteador de caminos que roba a los ricos para dárselo a los pobres. El salvaje criado por gorilas del que se enamora la hija de un sabio naturalista...
¿Más? Por ahora me valen éstos.
Está claro que al final no importa cuales son las circunstancias de los depauperados protagonistas, porque saldrán triunfantes y, normalmente, se llevarán a la chica de sus sueños.
Claro, claro...

Recapitulemos:
  • El rufián de las calles tiene encanto y es guapo.
  • La bestia horrible es, después de todo, un príncipe y es guapo.
  • El salteador de caminos tiene el beneplácito del Rey. Y es guapo.
  • El salvaje hombre-mono... está todo musculado. Ah... y es guapo.
Ahora planteemos otro "Clásico de Disney": El Jorobado de Notre Dame. A primera vista éste tenía que ser el ejemplo más claro del "Efecto Diamante-En-Bruto". Joder, es un tío muy muy feo (pero mucho), recluido en lo alto de una catedral para que nadie lo vea, que habla con estatuas de piedra y que además está, el pobre, totalmente grillado. Hay que decir que también es puro de corazón, bondadoso, muy honesto e inocente.

Ganador del premio "No me mires: mejor escúchame"

Bueno, el argumento es muy largo (quien quiera que vea la peli o se pase por esta página). Se enamora de una gitana hermosísima, hay un juez con pinta de obispo que es muy malo (y también se la quiere beneficiar), hay por ahí un guaperas que es el jefe de la guardia y que intenta salvarles a todos... Al final hay mucho fuego, muerte y destrucción (lo cierto es que parece el interior del Monte del Destino lleno de gabachos... o una versión bizarra de algún ceremonial Imperial en Warhammer 40.000).

¿Y quién se lleva a la chica? Espera, espera... que NO se la lleva Quasimodo, sino el guaperas (que por cierto se llama Febo... como Apolo-Febo... el más hermoso de los dioses... guiño-guiño). ¡Vaya! ¿Un fallo? ¿Me estás diciendo que lo importante es tu interior mientras seas guapo, rico, inteligente y divertido? Joder con la Disney.
¿Hipocresía? ¿Les venden a los niños que lo importante es que si eres bueno, honesto, puro de corazón... está muy bien pero sólo si eres guapo?

Vas listo, malformao

O tal vez...
A lo mejor los de la Disney querían hacer por una vez algo serio. Algo real. Mostrarles a los niños que, en la realidad de nuestro mundo, si eres guapo da igual cómo seas por dentro. Porque lo importante, lo verdaderamente importante, no es el interior, sino la calidad del exterior. Lo demás son extras.
Vivimos en una sociedad que prima por encima la superficialidad. La profundidad bajo la superficie da igual, no importa la batimetría que alcances. Y da igual si son aguas límpidas o turbias.
Si están frente a una costa turística... son las mejores aguas que se pueden tener.

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4 errantes soñaron:

José Luis Ferreira dijo...

Teniendo dos hijas separadas por varios años, me ha tocado (y todavía me toca) ver un montón de películas infantiles (lo hago con gusto, mientras sean animadas).

Creo que Srek es la única que hasta ahora ha planteado la posibilidad de ser feo/a, aunque no tanto como quasimodo, y quedarse con el co-protagonista de la peli. Eso sí, todavía no es un ejemplo completo, porque la chica también resulta ser fea, pero es un comienzo.

Condesadedia dijo...

Mmm... Aquí tengo que defender un poco a Disney. Quiero decir, que para una vez que son un poquito fieles al argumento de la novela que adaptan (solo un poquito, ¿eh? Que en la versión de Víctor Hugo ahorcan a Esmeralda, Quasimodo se muere de pena abrazado a su cadáver y el muy singermornings de Febo se casa con una heredera, sin acordarse para nada de la pobre gitanita que se había enamorado de él) tampoco hay que restregárselo por las narices. Si acaso, el frívolo y superficial fue Hugo (mirad, si no, lo que hizo con Eponina en "Los Miserables).

Radagast dijo...

Tienes razón JL, tienes mucha razón... pero es que Srek es una parodia de los cuentos clásicos. Además es de DreamWorks, no de Disney.
Y no pierdas nunca el gusto de ver películas de animación. Las hay muy muy buenas y que disfrutan tanto los peques como los no tan peques ;)

Ahí le has dado, Su Gracia... esto... señora condesa... (bienvenida bajo el Árbol). Yo creo que, por una vez, iban a hacer algo menos infantil. La película acaba "bien"... pero no es un final típicamente Disney.

PD: me apuntaré lo "singermornings"... me ha molao... "for if the flies"

Jezabel dijo...

"Vas listo, malformao"


JAJAJAJAJAJJAAJAJ
MIRA QUE ERES BRUTO!